Dos por ciento

A regañadientes, Mesut viaja a İstanbul para vender las acciones de su padre, pero se enfrenta al hostil mundo empresarial y a un indignante acuerdo.

Beste decide pagarle con la misma moneda a Mesut por su trato distante, mientras este emplea astutas tácticas con los compradores para salir ganando.

Mesut colma de regalitos a Beste para hacer las paces, y, buscando hacerle competencia a Emir, propone unas elecciones para designar a un nuevo líder.

Se desata una batalla electoral en la empresa con promesas de bonos. Mesut, frustrado en el trabajo y en el amor, ve cerca el momento de marcharse.

Memduh, socio turco de los compradores estadounidenses, interviene y se reduce radicalmente la oferta, lo que obliga a Mesut a buscar una solución.

La gratitud de Metin se desborda al recibir un frigorífico como regalo. Mesut encuentra cada vez más difícil evitar las atenciones amorosas de Hatice.

Sabiendo de la crisis financiera que atraviesa la empresa, Mesut se enfurece cuando Hakan, un exempleado, llega a la oficina para un festejo especial.

Acusados de estafar a la empresa, Emir e İlkay logran limpiar su nombre, pero Merve sale perjudicada. Selçuk es desenmascarado y se ve forzado a huir.

Ante la noticia de que Selçuk planea escapar a Tailandia, los empleados entran en pánico al comprender que han perdido el dinero que le prestaron.

Mesut regresa a Antalya felizmente, pero su tranquilidad dura lo que dura un suspiro. Emir se esfuma, no sin dejar un video confesándolo todo.